Erase una vez una niña que nació el 19 de julio de 1984 en Uruapan, Michoacán. Mis papás me esperaban con gran felicidad, decidieron ponerme el nombre de JOANA MORAILA CANALES por parecerme a mi papá; nací dentro de un núcleo familiar de maestros. Ingresé a la escuela primaria “Ignacio Manuel Altamirano” en el año de 1990. El primer grado fue uno de los más importantes, aún recuerdo que con mucha alegría llegué a mi casa a platicarle a mi mamá que quería aprender a leer como los demás niños, ella estaba muy ocupada lavando porque es una excelente mamá y aunque no tenía ninguna preparación, buscaba las estrategias para enseñarme y solo con decirme que la palabra mamá se escribía juntando dos veces la sílaba “ma” , significó mucho y así fue que aprendí a leer. La mayoría de maestros utilizaba un método de enseñanza tradicionalista: que consiste en aprender a través de castigos y disciplina. Aún recuerdo cuando tuve que aprender las tablas de multiplicar memorizadas porque sino, me dejaban sin recreo.
Después cursé la educación secundaria en la escuela “Moisés Sáenz Garza”. La etapa de mi adolescencia fue la más difícil porque tuve mi primer obstáculo para dejar de estudiar, pero al final, le agradecí mucho a mi maestro de matemáticas que me reprobara, porque le pude demostrar que sí me gustaban, y que hacía falta motivar al alumno para lograr aprender. En cada etapa de mi vida, han sido fundamentales todas las experiencias, ya sean buenas o malas, porque gracias a ellas me han formado como una persona de bien y he aprendido a enfrentar y resolver cada uno de los problemas que se me presentan.
Cursé mis estudios en la escuela preparatoria “Licenciado Eduardo Ruiz” en el año 2000, fueron mis mejores momentos y más importantes como estudiante, los recuerdo con alegría ya que tuve los mejores profesores en sus asignaturas innovadoras. Aún recuerdo que sobresalí como buena estudiante y esto se lo agradezco a mis maestros que siempre me motivaron. Al concluir, entré a estudiar a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y, al mismo tiempo, presté mi servicio en la Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE).
Esta gran oportunidad de trabajo que pude vivir, me gusta compartirla y agradezco a Dios por haber laborado como instructora comunitaria en CONAFE, donde inicié mi primer práctica docente en la comunidad Huerta El Rosario. Al llegar por primera vez, ver a los niños y a los padres de familia, conocer cómo me esperaban con gran ilusión e interés porque sus hijos aprenderían a leer y escribir, fue lo que me motivó a elegir esta profesión que llenaría de satisfacción a mi persona, sin importar el sacrificio y el peligro al que todos los docentes nos enfrentamos para llegar a las comunidades. Fue una gran motivación que hizo que yo trabajara con mucho amor y pudiera reconocer la importancia de la educación en los niños, ya que transformaría su vida en todos los ámbitos.
Esta gran experiencia fue la que me impulsó a estudiar en la UPN para formarme como docente y comprometerme a construir un mejor futuro para los niños de México. Actualmente me encuentro laborando en la escuela primaria “Venustiano Carranza“ en el primer grado con el grupo “C” con una antigüedad de 4 años, y reconozco que la formación que tuve en muchas de mis prácticas fue en parte tradicionalista. (El aula tradicional es un modelo organizativo que no responde a las necesidades de hoy). Las aulas tendrían que organizarse respetando el proceso de aprendizaje que surge y se facilita por el intercambio entre el sujeto y su entorno. Ésta reflexión ha cambiado mi trabajo en el aula, sí es difícil, pero veo en los niños mayor felicidad.
Al valorar mi trabajo como maestra, veo que existe la necesidad de mejorar a partir de la motivación escolar porque es uno de los recursos más interesantes en la pedagogía moderna; en este asunto, el profesor juega un papel clave para desarrollar un contexto motivacional en cada una de las actividades que marcan los programas vigentes de educación primaria.
El abordar la motivación escolar en el grupo de primer año, es muy importante porque se tienen que ver diversos aspectos que coadyuvan a un buen desarrollo de los contenidos educativos, donde tomaremos muy en cuenta el mejoramiento del lenguaje, la interacción maestro - alumno, la organización de las actividades educativas, los contenidos, recursos naturales y artificiales que podemos usar, así como los apoyos didácticos que deben de ser seleccionados por los docentes con el propósito de mejorar los aprendizajes en los niños.
Abordar la motivación escolar en la educación primaria es algo importante porque ayudará al desarrollo integral de los niños y porque es un proceso que surge desde el interior del alumno por la influencia de los demás, también se puede decir que es un proceso afectivo porque es cuando el pequeño puede valorar si le gusta la forma de trabajo o hasta el asistir a la escuela o no. Considero que en la motivación escolar de mi grupo es de mucha importancia el trabajo con dinámicas o juegos grupales, que deben ser parte de sus atractivos y castigos en funciones de sus logros, se pretende que el niño se apropie de los conocimientos del primer año de educación primaria por ser ese uno de los logros más satisfactorios que beneficiarán individual, familiar y socialmente a los pequeños estudiantes.
En la escuela donde trabajo existe un ambiente de trabajo de competitividad, consideran que el mejor docente es el que tiene a sus alumnos más callados y obtienen los primeros lugares en la olimpiada del conocimiento. No existe el trabajo en equipo porque consideran que los que tenemos menos antigüedad aún no adquirimos los conocimientos necesarios para darles alguna estrategia de trabajo. Gracias a que han llegado varios compañeros jóvenes, ha cambiado la forma de trabajo y tratamos de cambiar las actividades establecidas para evolucionar la forma de trabajar en la institución, siempre y cuando se respeten las ideas de los demás compañeros.
Actualmente me encuentro estudiando la maestría en Educación Básica; como docente he visto la necesidad de transformar mi práctica profesional, renovar y construir conocimientos, actitudes, valores y habilidades en el marco de una formación por competencias, así como en el manejo de las nuevas tecnologías de la información ya que la sociedad está en constante cambio. Sé que al inicio fue difícil empezar, pero es una satisfacción personal reconocer mis errores, mejorar constantemente y preocuparme por la educación de los niños.
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